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domingo, 9 de diciembre de 2012

Lucas 16, 9-15 (10-noviembre-12)


Texto Bíblico:
Y  yo les digo que con el dinero sucio se ganen amigos, de modo que, cuando se acabe, ellos los reciban en la morada eterna.
El que es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho; el que es deshonesto en lo poco, es deshonesto en lo mucho. Si con dinero sucio no han sido de confianza, ¿Quién les confiara el legítimo? Si con lo ajeno no han sido de confianza, ¿Quién les confiara lo que les pertenece a ustedes?
 Un empleado no puede estar al servicio de dos señores: porque odiara a uno y amara al otro o apreciara a uno y despreciara al otro. No pueden estar al servicio de Dios y del dinero.
Los fariseos, que eran muy amigos del dinero, oían todo esto y se burlaba de él.
El les dijo:- Ustedes pasan por justos ante los hombres, pero Dios los conoce por dentro. Porque lo que los hombres tiene por grande Dios lo aborrece.

COMENTARIO
Jesús desenmascara la doble actitud de los fariseos, ellos hacían creer a todos que eran fieles a Dios, cuando en realidad solo querían ser reconocidos por pertenecer a un nivel más elevado y sentirse  reconocidos también como autoridades dentro de la comunidad creyente.
¿Dónde he escuchado o visto esto? (Me parece familiar) Lo más importante es reconocer que en el mundo en que vivimos el dinero es muy importante, ¿Cuántos de nosotros no nos hincamos pidiendo al Señor nos ayude a tener dinero para comprar o pagar  lo necesario, eso que nos dará tranquilidad?
Yo lo he hecho y gracias a Dios he sido escuchada, muchas veces. Debemos saber conversar este tema sin vergüenza, ya que al no hacerlo se confunde porque Dios  escucha al que tiene mucho y al que tiene poco, la misma Parroquia, siempre está pidiendo porque ella tiene gastos que muchas veces no son menores ¿Y quiénes son los que más dan? ¿Acaso no son los más ricos? Claro que todos damos, cada uno en lo que puede.
Volviendo al mensaje de Jesús, Lo más importante para Dios es que seamos fieles a su palabra y la buena noticia de Jesús nos enseña a agradar a Dios en todo, ya sea a través del amor y respeto en la familia o en la comunidad donde vivimos, siempre debemos estar conectados con Dios para mostrar  que tan grande es nuestra fe.
La injusticia, guerras, las riquezas o monopolios que presionan, el poder que discrimina y abandona, que lamentablemente existen y existirán, son los que han dividido a la humanidad y han desatado los mayores desastres humanos en la historia y han sometido a grandes muchedumbres a la pobreza extrema.
Como seguidores de Jesús estamos obligados a optar por la fraternidad, por el compartir de bienes. Quien opta por ser fiel a Dios rechaza por entero la exclusión, toda justicia  busca en todo momento el bien de sus hermanos.
¿Será que es momento de preguntarnos a quien servimos? ¿a la vida o a la muerte?
Orfa

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