Texto Bíblico:
Todos los recaudadores de impuestos
y los pecadores se acercaban a escuchar. Los fariseos y los doctores
murmuraban:- Este recibe a pecadores y come con ellos. El les contesto con la
siguiente parábola:- Si uno de ustedes tiene cien ovejas y se le pierde una,
¿no dejara las noventa y nueve en el campo y va a buscar la extraviada hasta
encontrarla? Al encontrarla se la echa a los hombros contento, se va a casa,
llama a amigos y vecinos y les dice:
Alégrense conmigo, encontré la oveja perdida.
Les digo que, de la misma manera
habrá más fiesta en el cielo por un pecador que se arrepienta que por noventa y
nueve justos que no necesitan arrepentirse.
Si una mujer tiene diez monedas y
pierde una, ¿no enciende una lámpara, barre la casa y busca con mucho cuidado
hasta encontrarla? Al encontrarla, llama a las amigas y vecinas y les dice: alégrense conmigo, porque
encontré la moneda perdida.
Les digo que lo mismo se alegraran
los ángeles de Dios por un pecador que se arrepienta.
COMENTARIO
Una vez más Jesús es objeto de críticas por
acoger a recaudadores de impuestos y pecadores para enseñarles.
Y para
que el escándalo de los fariseos llegue hasta el colmo, Jesús va a plantear
tres parábolas seguidas de las cuales el evangelio de hoy solo cuenta dos. Igual
estas revelan la absoluta misericordia de Dios.
En la primera parábola, de las noventa y nueve
ovejas, el escándalo para los que se creían “buenos” y “Justos”, es la
preocupación de Dios por el pecador y la manera gozosa como es acogido, la
moneda encontrada de poco valor, es en realidad el “tesoro” de Dios;
encontrarlo y ponerlo al servicio de los que se sentían separados e ignorados,
es así como Jesús les informa cual es el
proyecto de Dios que él trae.
¿Cómo sentimos y vivimos hoy esa preferencia
de Dios? ¿Con qué facilidad condenamos al que creemos no actúa según las
enseñanzas de Jesús? ¿Cómo, al igual que los fariseos y los doctores de la ley,
nos sentimos superiores y nos contamos con facilidad entre los “buenos”? ¿Qué
debemos aprender de estas parábolas?
Los desechados de la sociedad o marginados por
ella, aceptan las condiciones de Jesús, insatisfechos por la vida de abandono y
miseria dentro de aquella “sociedad religiosa”, deciden seguir a Jesús porque
se sienten mirados por él, además Jesús habla un lenguaje distinto y sobre todo
comparte con ellos en una actitud abierta, transparente, Jesús no pregunta si los que lo escuchan creen en
Dios, solo los acoge a todos con cariño, los hace sentir personas que viven y
tienen derecho al amor de Dios.
La justicia es pensada muchas veces como el
estricto cumplimiento de la ley. Pero pasa muchas veces que la ley no es justa
o que se cumple con un sentido egoísta, (¿es eso lo que ocurre hoy en los
tribunales? ¿Cuántas víctimas quedan hoy sin justicia?) Jesús vio eso y las
parábolas de misericordia con la que Jesús los encara muestra cual es la
verdadera intención de Dios al ofrecer una nueva ley para su pueblo. El interés
está dirigido decididamente a que la historia cambie y el pueblo viva, Dios
quiere que el ser humano se salve de la injusticia y del desamor.
ORFA
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