Texto Bíblico:
16 15
Y les dijo: - Vayan por todo el mundo
proclamando la Buena Noticia a toda la humanidad. 16 Quien crea y se
bautice se salvará; quien no crea se condenará. 17 A los creyentes
acompañarán estas señales: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas
nuevas, 18 agarrarán serpientes; si beben algún veneno, no les hará
daño; pondrán las manos sobre los enfermos y se sanarán.
19
El Señor Jesús, después de hablar con ellos,
fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. 20 Ellos se
fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba la
palabra con las señales que la acompañaban.
Comentario:
Queridos
hermanos, quisiera que consideráramos este texto desde el versículo 14: “Por
último se apareció a los Once cuando estaban a la mesa. Les reprendió su
incredulidad y obstinación por no haber creído a los que lo habían visto
resucitado”
A
pesar que los discípulos no permanecen fieles ni creen a los testigos de la
resurrección, a la línea siguiente, como si no le hubieran defraudado nunca,
les dice que cuenta con ellos para la evangelización. Les dice que deben ir por
todo el mundo (sin excepciones) y les asegura que la salvación depende de la
comprensión de quien recibe el mensaje.
Les
promete también que no se verán dañados por las fuerzas negativas del mundo y
que podrán seguir sanando a la humanidad, que tanto lo necesita.
Entonces,
queridos hermanos, por qué juzgarnos tan negativamente entre nosotros. Jesús
nos demuestra el perdón por nuestros errores en cada momento y siempre nos
invita a trabajar por la construcción de un reino de amor, solidaridad y
compañerismo. Nos promete que seremos parte de ese reinado (que nos salvaremos)
con sólo creer. Nos promete que no habrá ningún daño a nuestras almas si
permanecemos junto a él: ningún veneno de envidia, odio u avaricia penetrará en
nuestros corazones y seremos capaces de sanar y salvar a nuestros prójimos.
Demos gracias a Dios por eso.
Jessica
No hay comentarios:
Publicar un comentario