Juan 16,29-33 (21-mayo-12)

Texto Bíblico:

²⁹ Le dicen los discípulos: -Ahora sí que hablas claramente, sin usar parábolas. ³⁰ Ahora sabemos que lo sabes todo y que no hace falta que nadie te pregunte; por eso, creemos que vienes de Dios.

³¹ Jesús les contestó: -¿Ahora creen? ³² Miren, llega la hora, ya ha llegado, en que ustedes se dispersarán cada uno por su lado y me dejarán solo. Pero yo no estoy solo, porque el Padre está conmigo. ³³ Les he dicho esto para que gracias a mí tengan paz. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.

Comentario:

Hoy es un día feriado acá en Chile. Es el día en que el presidente de la república hace un recuento de lo que se ha hecho durante el último año en relación a la marcha del país.

Mucha gente que vive en este país ha decidido viajar y tomarse este fin de semana como unas vacaciones. Yo les invito a que hagamos un recuento de la marcha de nuestras vidas en lo personal, familiar y laboral.

Dentro del texto de Juan, estamos ad portas que Jesús culmine su tarea con la entrega de amor que conocemos. Pero, sus discípulos nuevamente le causan un pequeño sentimiento de decepción. Él ha estado tres años junto a ellos mostrándoles con hechos, parábolas y gestos concretos cómo debe vivir una persona que está permanentemente con el Padre y que está construyendo el reino.

Sin embargo, sólo ahora, cuando Jesús les dice claramente, sin parábolas, que es el elegido de Dios, manifiestan que creen.

Entonces les aclara que habrá dispersión entre los discípulos y que serán perseguidos, habiendo sufrimiento; pero, que no deben de temer porque con su vida Él ha vencido al mundo. Ha logrado demostrar que todos podemos llegar a la vida de amor perfecto, como la que existe entre el Hijo y el Padre.

Confío en que la reflexión de hoy sea satisfactoria y nos lleve más cerca del Padre. Amén.

Jessica