Juan 15,9-17 (13-mayo-12)

Texto Bíblico:

⁹ Como el Padre me amó así yo los he amado: permanezcan en mi amor. ¹⁰ Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor; lo mismo que yo he cumplido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

¹¹ Les he dicho esto para que participen de mi alegría y sean plenamente felices.

¹² Éste es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado. ¹³ Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos. ¹⁴ Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. ¹⁵ Ya no los llamo sirvientes, porque el sirviente no sabe lo que hace su señor. A ustedes los he llamado amigos porque les he dado a conocer todo lo que escuché a mi Padre. ¹⁶ No me eligieron ustedes a mí; yo los elegí a ustedes y los destiné para que vayan y den fruto, un fruto que permanezca; así, lo que pidan al Padre en mi nombre él se lo concederá. ¹⁷ Esto es  lo que les mando, que se amen unos a otros.

Comentario:

Jesús permanece en el amor del Padre cumpliendo los mandamientos que de Él recibió. Nosotros debemos permanecer en el amor de Jesús cumpliendo los mandamientos que Él nos dejó.

El Antiguo Testamento decía: “amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El Señor nos dice: “ámense unos a otros como yo los he amado”.

¿Somos capaces de amar cómo el Señor nos amó? Si vemos las noticias, nos desilusionamos, porque  hay mucho odio y rencor en nuestro país, siempre son noticias de peleas en todo orden, asaltos, robos y homicidios. ¿Qué debemos hacer? Procurar amar como el Señor nos amó. Por ejemplo, cuando viene una persona conocida, en vez de pasar a la otra vereda, saludarla; entender y no criticar tan duramente a la persona que no actúa como nosotros; perdonar y trabajar el olvido de la ofensa recibida.

Jesús nos llama “amigos”. ¿Seremos realmente “sus amigos”? ¿No actuaremos a veces como “sus sirvientes”, cumpliendo solamente con ritos y reuniones? Recordemos que Jesús nos eligió, ¿cuándo? Nos eligió y nos llamó en nuestro bautismo, después a través de nuestros padres y de la vida, y nos pide que demos frutos en los lugares donde nos toca actuar, la familia, el trabajo, la comunidad, el vecindario.

Marité