2 1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban
todos reunidos. 2 De repente vino del cielo un ruido, como de viento
huracanado, que llenó toda la casa donde se alojaban. 3 Aparecieron
lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. 4
Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas
extranjeras, según el Espíritu les permitía expresarse.
5 Residían entonces en
Jerusalén judíos piadosos, venidos de todos los países del mundo. 6 Al
oírse el ruido, se reunió una multitud, y estaban asombrados porque cada uno
oía a los apóstoles hablando en su propio idioma. 7 Fuera de sí por
el asombro, comentaban:
-¿Acaso los que habían
no son todos galileos? 8 ¿cómo es que cada uno los oímos en nuestra
lengua nativa? 9 Partos, medos y elamitas, habitantes de
Mesopotamia, Judea y Capadocia, Ponto y Asia, 10 Frigia y Panfilia,
Egipto y los distritos de Libia junto a Cirene, romanos residentes, 11 judíos
y prosélitos, cretenses y árabes: todos los oímos contar, en nuestras lenguas,
las maravillas de Dios.
Comentario:
En la primera lectura de hoy, Lucas relata el
acontecimiento más importante del libro de los hechos de los Apóstoles:
Pentecostés o el nacimiento de la Iglesia Cristiana.
Lucas quiere contarnos un hecho evidente que
sucedió en las primeras comunidades cristianas de su tiempo: el Espíritu Santo,
prometido por Jesús, estaba actuando en y por ellas, la gente que oía su
testimonio se convertía. Estaba surgiendo una comunidad de hombres y mujeres que
vivían como hermanos y hermanas unidos por la oración, solidarios en el día a
día y alegres por el evangelio, estaban convencidos de estar inaugurando los
tiempos nuevos prometidos por Jesús. ¿Cómo describe esta venida transformadora
del Espíritu Santo que le dio origen a la Iglesia y seguía animando a las
comunidades de entonces? ¿Cómo lo hace? A Lucas no le interesa el cómo ni él
cuando, su narración va mas allá de las circunstancias concretas en que
aquellos hombres y mujeres se sintieron llenos del Espíritu. A Lucas le
interesa transmitirnos el sentido, el alcance y las consecuencias de la venida
para aquella comunidad de creyentes y para el mundo entero. Para eso construye
este relato que conserva su frescura y actualidad dos mil años después de haber
sido escrito.
Él narra la primera venida del Espíritu, para
que pueda servir de modelo y contar e interpretar lo que el Espíritu sigue
haciendo en las personas y en nuestras comunidades cristianas de hoy.
Orfa
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