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martes, 2 de abril de 2013

Juan 20, 11-18 (2 abril 2013)


Texto Bíblico: 
11 María estaba afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba se inclinaba hacia el sepulcro 12 y ve dos ángeles vestidos de blanco, sentados: uno a la cabecera y otro a loa pies del lugar donde había estado el cadáver de Jesús, 13 Le dicen: - Mujer, ¿por qué lloras?
María responde: -Porque se han llevado a mi señor y no sé dónde lo han puesto.
14 Al decir esto, se dio media vuelta y ve a Jesús de pie; pero no lo reconoce.
15 Jesús le dice: - Mujer, ¿por qué lloras?¿A quién buscas?
Ella, creyendo que era el jardinero, le dice: - Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo.
16 Jesús le dice: -¡María!
Ella se vuelve y le dice en hebreo – Rabbuni- que significa maestro.
17 Le dice Jesús: - Déjame, que todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: Subo a mi Padre, el Padre de ustedes, a mi Dios, al Dios de ustedes.
18 María Magdalena fue a anunciar a los discípulos: - He visto al Señor y me ha dicho esto.

COMENTARIO
La muerte de un ser querido,   nos lleva a buscar a la persona amada como la teníamos antes de irse a la casa del Padre. Nos parece que todo se ha detenido, perdemos el sentido de la vida, nos sentimos solos  y podemos caer  en crisis muy profundas.
Se llora y se vive dolorosamente la ausencia. Se debe vivir el duelo, pero no quedarse en él.  Y siempre el Señor de la vida  se manifiesta, en un amigo, en un desconocido, con una palabra, con  un gesto, con una  canción.etc.
Y descubrimos  que el  Señor siempre ha estado y estará con nosotros.
 María Magdalena vio morir al mismo Señor en la cruz, quien era su amigo, su maestro, su salvador, ¡cómo no lo iba a sentir y a llorar!
Pero el mismo Señor se le manifestó y la llamó por su nombre:”María”,  y lo reconoció. Y partió feliz a anunciar la resurrección del Señor.
Marité

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