Texto Bíblico:
11 María estaba afuera, llorando junto al
sepulcro. Mientras lloraba se inclinaba hacia el sepulcro 12 y
ve dos ángeles vestidos de blanco, sentados: uno a la cabecera y otro a loa
pies del lugar donde había estado el cadáver de Jesús, 13 Le
dicen: - Mujer, ¿por qué lloras?
María
responde: -Porque se han llevado a mi señor y no sé dónde lo han puesto.
14 Al decir esto, se dio media vuelta y
ve a Jesús de pie; pero no lo reconoce.
15 Jesús le dice: - Mujer, ¿por qué
lloras?¿A quién buscas?
Ella,
creyendo que era el jardinero, le dice: - Señor, si tú te lo has llevado, dime
dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo.
16 Jesús le dice: -¡María!
Ella
se vuelve y le dice en hebreo – Rabbuni- que significa maestro.
17 Le dice Jesús: - Déjame, que todavía
no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: Subo a mi Padre, el Padre de
ustedes, a mi Dios, al Dios de ustedes.
18 María Magdalena fue a anunciar a los
discípulos: - He visto al Señor y me ha dicho esto.
COMENTARIO
La
muerte de un ser querido, nos lleva a buscar a la persona amada
como la teníamos antes de irse a la casa del Padre. Nos parece que todo se ha
detenido, perdemos el sentido de la vida, nos sentimos solos y podemos
caer en crisis muy profundas.
Se
llora y se vive dolorosamente la ausencia. Se debe vivir el duelo, pero no
quedarse en él. Y siempre el Señor de la vida se manifiesta, en un
amigo, en un desconocido, con una palabra, con un gesto, con una
canción.etc.
Y
descubrimos que el Señor siempre ha estado y estará con nosotros.
María
Magdalena vio morir al mismo Señor en la cruz, quien era su amigo, su maestro,
su salvador, ¡cómo no lo iba a
sentir y a llorar!
Pero
el mismo Señor se le manifestó y la llamó por su nombre:”María”, y lo
reconoció. Y partió feliz a anunciar la resurrección del Señor.
Marité
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