Texto Bíblico:
16 5
Ahora me vuelvo al que me envió y nadie me
pregunta adónde voy.
6 Lo
que le he dicho los ha llenado de tristeza; 7 pero les digo la
verdad: les conviene que yo me vaya. Si no me voy, no vendrá a ustedes el
Defensor, pero si me voy, lo enviaré a ustedes. 8 Cuando él venga, convencerá
al mundo de un pecado, de una justicia, y de una sentencia: 9
el pecado, que no han creído en mí; 10
la justicia, que yo voy al Padre y no me verán
más; 11
la sentencia, que el príncipe de este mundo ya
ha sido condenado.
Comentario:
En este
evangelio Jesús señala claramente la obra del Espíritu Santo.
Dice:
“Cuando él venga, convencerá al mundo de un pecado, de una justicia, y de una
sentencia”.
¿Cuál
es el pecado?: El gran pecado es no creer en Jesús. Al no creer en él, el
hombre busca otros dioses, puede ser el dios dinero o del poder; puede ser,
otro hombre, con ideas religiosas, políticas o sociales, que atraen y
esclavizan. Estos falsos dioses nos dividen y nos hacen ser enemigos unos de
otros, creando enemistades insalvables, persecuciones, guerras y muerte.
¿Cuál
es la justicia?: Jesús con su sacrificio en la cruz, nos abre el camino hacia
el Padre. Seguirlo, es el gran acto de justicia que le hacemos al Señor, y así
llegaremos junto al Padre, gracias a Jesús. “Con él por él y en él se ha creado
la justicia”.
¿Cuál
es la sentencia?: Jesús no vino a juzgar, sino a mostrarnos el camino de la
salvación. El mal de este mundo ya ha sido condenado, porque ha rechazado el
camino que nos propuso el Señor. El hombre que rechaza el camino de la
salvación, se condena a si mismo.
Roguemos
al Señor que no nos dejemos seducir por las promesas del príncipe de este
mundo, que parece resolver nuestros problemas del momento, y definitivamente
caemos en la esclavitud del mal.
Marité
No hay comentarios:
Publicar un comentario